Después de un período de vacaciones y de una vida
familiar más intensa se reintegran nuevamente a las actividades del
colegio.
Y lo hacen en un año que reviste para todos
nosotros, maristas, características especiales:
· En
nuestro contexto, vamos a vivir con intensidad el Año
Vocacional, dedicado de modo especial a que cada miembro de la
comunidad educativa marista en especial ustedes los educadores
descubra y se reencante con su propia vocación y, desde esa
realidad, se comprometa a trabajar por el surgimiento de vocaciones
de Hermanos y laicos comprometidos.
· Se
cumple, además, en el mes de agosto, el primer período de Gobierno
de la nueva Provincia Santa María de los Andes y antes del Capítulo
Provincial, a celebrarse en Chosica (Perú), en las vacaciones de
julio, tendremos entre todos que evaluar
cómo se han puesto en práctica, en cada una de las realidades
escolares, las Prioridades Provinciales.
· Por
otro lado, en nuestro país, seremos testigos de debates y de intensa
propaganda, al mismo tiempo que agentes
activos en las próximas elecciones presidenciales y senatoriales.
Al dar inicio a las actividades escolares, me
es muy grato llegar hasta el corazón de cada uno de ustedes con
estas líneas, felicitarles por su vocación, agradecerles su servicio
y desearles que este año sea para todos grato, fecundo en
crecimiento personal y en realizaciones, entusiasmante y feliz.
En nuestro Sector seguiremos impulsando la
realización de los tres Proyectos, y respaldando las iniciativas
locales que ustedes consignen en sus Proyectos colegiales.
A este respecto, me parece oportuno formularles dos
invitaciones:
1) A que sitúen sus esfuerzos, propósitos y
esperanzas, en el presente año escolar, en la óptica de sentirse
colaboradores de un Dios cercano y amigo que les ha llamado
(vocación personal) a trabajar en una misión específica:
dar a conocer a Jesucristo y hacerle amar, decir a los niños y a
los jóvenes cuánto les aman Jesús y María, formar buenos, honestos
y solidarios ciudadanos dentro de una concepción cristiana de la
vida. Si esta motivación, unida a otras igualmente
válidas como la propia realización, la búsqueda de bienestar
personal y familiar, el goce de un clima laboral grato y la
formación de personas valiosas para la sociedad, cobra consistencia
en su quehacer escolar, además de cualificar la
práctica pedagógica, imprimirá a sus vidas
un sentido de mayor plenitud y satisfacción.
2) A que colaboren en la reflexión que
queremos impulsar, en el presente año, en todas las instancias
sectoriales y colegiales, acerca del significado y consecuencias
de la fórmula que hemos acuñado en el Proyecto 3 como expresión del
tipo de educación que queremos ofrecer los colegios maristas: excelencia
educativa inspirada en el Evangelio.
Espero poder pasar pronto por cada uno de los
colegios y allí saludarles personalmente. Mientras ello ocurra,
cuenten con la seguridad de mi afecto y con el apoyo de mi oración.
Su amigo y hermano:
Mariano