A diferencia de otros años, en Rancagua no fue una
"Etapa 0" muy concurrida. Preocupación, análisis, autocrítica y
otras cosas rondaban por las reuniones del equipo de
coordinación y el de animación local. Sin embargo, lejos de
entristecernos, esta nueva cordada nos dio una lección tremenda:
A veces los bueno viene en envase pequeño.
El fin de semana del 16, 17 y 18 de Junio, se lanzaron 12
peregrinos que dieron vida a Quetzáaba, guiados por los hermanos
Renato y Nicolás Gálvez (originarios de Licantru y Rupuantu
respectivamente).
La acampada estuvo dirigida por el equipo de
animación local a cargo de los coordinadores Enzo Bonomo y
Michel González y el siempre valioso Daniel Facha Carrasco. Un
encuentro lleno de alegría, reflexión y comunidad donde sin
dudas la ceremonia de la luz se robó la película. La cordada de
Cumbre (Ámbar) estuvo a cargo del almuerzo y las de Sendero (Wekenche
y Viayún) nos acompañaron con los juegos.
Además, el día sábado las dos cordadas de Sendero
que se preparan para la confirmación, vivieron un encuentro de
catequesis dirigido por Michel. Incluso, la cordada Viayún
aprovechó también el fin de semana para reunirse y hacer una
pequeña toma de pulso de su ascensión a cargo de su guía
Alejandro Pérez y con la colaboración de Felipe Lizana, ex guía
del movimiento.
La ceremonia de lanzamiento estuvo marcada por una gran
convocatoria de las familias de los nuevos peregrinos y por los
compromisos de peregrino que realizaron aproximadamente 25
peregrinos de la sede.
Suerte a Quetzáaba y mucha fuerza en esta nueva aventura.