Tal como la comunidad en la que desarrollan
su misión, los Hermanos Samuel y Carlos también se
vieron damnificados por el terremoto ocurrido en el
norte grande de Chile, el miércoles 14 de noviembre
pasado, y cuyo epicentro estuvo muy cerca de Tocopilla.
Tras el terremoto 7.8 grados (escala
Richter) que sacudió al norte de Chile, tanto la casa de
los hermanos como el centro Champagnat; resultaron
dañados de manera considerable, por lo cual han quedado
inhabilitados.
Respecto a los hermanos, el terremoto sorprendió al
Hermano Samuel en el aeropuerto de Santiago, a punto de
embarcarse, cosa que pudo hacer. Al llegar a Antofagasta
perdió la maleta (la que ya le fue restituida) y el bus,
pero más tarde pudo llegar a Tocopilla, donde se
encuentra actualmente.
El Centro Champagnat deberá permanecer
cerrado, pues, según el informe de los técnicos que lo
revisaron, tendrá que ser demolido, con excepción del
Policlínico, que no tiene daños estructurales.
La casa que habitan los Hermanos, propiedad del
Obispado, también se tiene que demoler, pues los daños
son serios y está inhabitable. Por ahora los Hnos.
Carlos y Samuel están durmiendo donde una familia amiga,
y están haciendo los trámites ante el párroco para
conseguir una nueva casa por estos días, mientras se
aclara la situación.
Ambos están con muchas ganas de ayudar a la
gente, especialmente a la que asistía al Centro
Champagnat, que son personas con serios problemas
socioeconómicos y que han sufrido fuertemente los
embates telúricos.
El Colegio Sagrada Familia, donde trabajan los hermanos,
no sufrió daños, pero las clases están suspendidas en
toda la zona y seguramente se dará por cerrado el año
escolar, pues los daños en la ciudad son considerables.
Solo un susto en Alto Hospicio
Por otra parte, la comunidad de Alto Hospicio se
encuentra bien, y el Colegio Hermano Fernando no tuvo
problemas, por lo cual las clases han proseguido en
forma normal. El terremoto les sorprendió en clases,
pero los alumnos pudieron ser evacuados con serenidad.
Si bien el sismo también se sintió con mucha intensidad,
el edificio no sufrió ninguna avería. Los padres
retiraron a sus niños y los profesores se fueron a sus
casas.
La Familia Marista de Chile ha iniciado una
Campaña Solidaria para ir en ayuda de tantos hermanos
nuestros necesitados, ayuda que será canalizada
preferentemente en dinero, para ser administrada por los
hermanos en Tocopilla y destinada a las personas más
necesitadas, más aún si son familiares de los alumnos de
nuestro Colegio.