A estas alturas del año hemos realizado al menos dos visitas a cada colegio.

Una de las visitas es en el marco del acompañamiento a los Consejos Directivos, con quiénes hemos reflexionado, iluminados por el Proyecto Pastoral Marista, los alcances que tiene y los desafíos que surgen a partir de la Misión de Evangelizar desde todos los ámbitos educativos. El otro encuentro es con los Equipos de Pastoral Local, con los cuales hemos iluminado, a partir del Proyecto de Pastoral Marista, los planes de Pastoral local, especialmente en los ámbitos de los Niveles de la Acción Pastoral, las dimensiones de la praxis eclesial y la mirada que se tiene del destinatario.

Nuestro objetivo y la acción que hemos realizado nos han develado la necesidad de construir estrategias de acompañamientos apropiadas para cada sede, de acuerdo a las realidades y niveles de avance que ellas mismas van teniendo. Todo este proceso es un gran desafío que nos invita también a cuestionarnos y preguntarnos honestamente sobre los alcances, desarrollo y nuevos escenarios juveniles y organizacionales sociales que enfrenta nuestro Proyecto de Pastoral, que nos cuestiona sobre su pertinencia y necesidades de cambio para responder a nuevos contextos y realidades.

Nuestro plan nos lleva a seguir animando el acompañamiento y a buscar nuevos horizontes para hacer vida la Misión que se nos regala desde el Carisma.