Entre los días 10 y 16 de junio se realizó
en la Ciudad de México el IV Encuentro Interamericano
Corazón Solidario Marista. Este encuentro da continuidad
a los anteriores realizados en 2004 en Santa Cruz de la
Sierra, Bolivia, en 2006 en Belo Horizonte, Brasil y en
2009 en Belém, Brasil.
De diferentes Provincias Maristas y países nos
convocamos unos cincuenta hermanos y laicos con la
esperanza de validar el Documento Interamericano de
Solidaridad, compartir experiencias y dinamizar la RED
Corazón Solidario Marista en América, para llegar a ser
expertos en la evangelización de niños y jóvenes y la
defensa de sus derechos.
El H. Ricardo Reynoso, Provincial de México Central, dio
a los participantes la bienvenida y la invitación a
continuar en la búsqueda de hacer vida hoy el sueño de
Marcelino a través de la solidaridad.
Los momentos de oración tuvieron como base el mensaje
del Nican Mopohua en el que se recuerda la experiencia
de la Virgen de Guadalupe: ofrecer a los más
empobrecidos todo nuestro amor, protección, auxilio y
defensa.
El H. Emili Turú en su mensaje para el encuentro animaba
la participación y compartía: necesitamos tu
compromiso, que nos ayuden y nos empujen a soñar...
necesitamos ser personas de profunda espiritualidad...,
expresó su gratitud por la contribución de cada uno, a
través de su misión cotidiana, para hacer más creíble el
Instituto Marista y la Iglesia.
En la misma casa de manera simultánea se
llevó a cabo el Encuentro de Jóvenes Maristas,
comprometidos en la acción solidaria bajo el lema
actores y testigos de esperanza. De diferentes
regiones y misiones de la Provincia de México Central,
17 jóvenes compartieron alegría, mensaje y vida.
Sara Panciroli, y los HH. Vicente Falqueto, Manel
Mendoza y James Jolley, miembros de la Fundación Marista
para la Solidaridad Internacional, explicaron la
finalidad de FMSI: al servicio de las provincias
maristas para ayudarles a implementar la llamada del XXI
Capítulo General: "promover en todos los niveles del
Instituto, los derechos de los niños y jóvenes y
promover estos derechos ante los Gobiernos, y otras
instituciones públicas no gubernamentales.
Casi al final del encuentro se reflexionó
sobre las tareas y sugerencias para los próximos tres
años, además se eligió a quienes integrarán la
Subcomisión de Solidaridad Marista de América. En la
Eucaristía fuimos enviados a ser testimonio de lo
vivido, dar gracias a Dios es también un sentido de
bendición para los demás.
América respira y hoy como Maristas de Champagnat,
hermanos y laicos reconocemos que nuestras manos van
tejiendo la esperanza, que somos corazones que se unen y
transforman, otro mundo es posible para todos.