Cerca de 1.500 personas participaron de la caminata
organizada en el marco del Año Marista de la Juventud en América. En
distintas labores, todos los colegios trabajaron para amenizar el
recorrido que comenzó en el Colegio Diego Echeverría de Quillota.
El Año Marista de la Juventud en América desea ser una
invitación a todos los Hermanos, laicos y laicas maristas, para que
junto con sus equipos de pastoral dediquen su tiempo, conocimientos
y creaciones para el fortalecimiento de la Pastoral Juvenil Marista
en América.
Es así como, camino a Rautén, renovamos la esperanza en una juventud
que asume un protagonismo según el corazón de Jesucristo, San
Marcelino y la Buena Madre. Además, fue una instancia para proyectar
la participación en la Asamblea Provincial de Jóvenes que se
realizará el 2014 en Perú, y para rezar por nuestro país en la
víspera del Domingo de Oración por Chile, que cierra el mes de la
Patria.
En el recorrido del sábado 28 de septiembre, recordamos
la experiencia del encuentro de Champagnat con Juan Bautista
Montagne. La columna de peregrinos, que a ratos alcanzó 1 kilómetro
de largo, comenzó el camino en el Colegio Diego Echeverría de
Quillota. La primera estación estuvo a cargo del Instituto San
Martín de Curicó, invitando a los jóvenes a estar atentos a su
entorno para descubrir la presencia de la necesidad.
El Instituto Chacabuco de Los Andes estuvo detrás de la
segunda parada, centrándose en la pregunta: ¿Cómo soy acompañado y
cómo acompaño las necesidades y las personas de mi entorno Un
impactante encuentro con la muerte estuvo a cargo del Colegio
Marcelino Champagnat de La Pintana en la tercera estación.
La cuarta detención se realizó en el Monasterio de las
Religiosas Benedictinas, meta de esta caminata, donde el Colegio
Champagnat de Villa Alemana invitó a los jóvenes a compartir sus
sueños. En la quinta estación, al entrar a la capilla del lugar, el
Instituto San Fernando rescato la mirada de los jóvenes de cara al
2017, año en que se celebra el Bicentenario de la Congregación.
La animación de bienvenida al punto final de la
caminata estuvo en manos del Colegio Nuestra Señora de Andacollo de
La Serena, mientras que los momentos de recreación fueron amenizados
por el Instituto Alonso de Ercilla de Santiago. Hubo espacio también
para presentaciones artísticas de los jóvenes maristas, coordinadas
por el Instituto Rafael Ariztía de Quillota.
Finalmente, la jornada culminó con la eucaristía a
cargo del Instituto OHiggins de Rancagua. Esta celebración en torno
a la mesa del Señor contó con un detalle especial: varios jóvenes
comprometidos con la pastoral asumieron el servicio de ser ministros
extraordinarios de comunión. También destacó la participación y
testimonio de los tres jóvenes maristas que participaron en el
Encuentro Mundial de Jóvenes en Río de Janeiro.