Durante los últimos días los participantes del Capítulo General han vivido un largo período de interiorización del caminar de la etapa inicial, centrada en constituirse y sentirse un cuerpo global. 

Los días se ven marcados por un trabajo intenso de dos sesiones, después de la eucaristía, sobre lo que se debe dejar partir, para caminar al futuro: a nivel personal, por provincias y a nivel instituto. Buscar, escribir, exponer, y luego compartir todo en un plenario. El Consejo y los hermanos jóvenes hicieron también su grupo, y dispusieron de más tiempo para exponer. Cerrando la instancia con un micrófono abierto, para el que quisiera opinar.

El sábado recién pasado los Hermanos visitaron en Medellín, al seminario pontificio. En el lugar celebraron la misa solemne con don Ricardo, el arzobispo de Medellín. La misa estuvo animada por el noviciado. El obispo enlazó el evangelio del viñador que contrata en varias horas del día, con la vocación Marista de llamar al reino y a la vida a través de la educación. Es importante destacar que la eucaristía se realizó en el mismo lugar en que se celebró la segunda conferencia del CELAM, hace 50 años. Conferencia que marcó líneas proféticas para la encarnación del Vaticano II para la Iglesia Latinoamericana.

Esperamos que el Padre Champagnat y nuestra Buena Madre acompañen a los Hermanos en esta importante instancia, que se extenderá hasta el 20 de octubre.