Una experiencia evangelizadora.
El pasado viernes 15 de noviembre, el Ámbito de Vida, área de espiritualidad, fue invitado a animar y compartir un significativo encuentro de oración con los grupos de apoderados de las obras Maristas de Chile. El colegio anfitrión de este año fue el Colegio Marista de Limache. En esta ocasión asistieron 6 grupos de apoderados en la oración de los colegios Maristas de Los Andes, Limache, Quillota IRA, Santiago IAE, La Pintana y Rancagua.
Recogiendo el testimonio de los encuentros anteriores como del año 2023 en el Colegio Marista de Quillota, Instituto Rafael Ariztía y el primero que se realizó el 2015 en el Colegio Marista de Rancagua, introducirnos en su camino fue conocer el servicio que realizan en sus comunidades. Es de profunda alegría escucharles cómo viven ser discípulos e instrumentos de la buena noticia al modo de Buena Madre, hacen presencia orante y silenciosa el ser apóstoles en este tiempo en sus comunidades y contextos que necesitan la presencia solidaria. Una vida tejida desde el amor de nuestra Buena madre que guía y fortalece la misión de los grupos que caminan hace más de 16 años en algunas localidades.
El encuentro se realizó desde las 9:00 am, finalizando con la celebración eucarística a las 18:30. Fue animado por María Clara Vial, con el objetivo de ofrecer un día de experiencia de formación desde “el rezo a la oración”. Para ello se dio a conocer a través del texto bíblico de Jesús y la samaritana, el reconocernos cómo hacemos vida la oración, abriendo a “dejarnos encontrar por Dios en la cotidianidad”, adentrarnos en la reflexión del fruto y los valores, como también las resonancias de la oración en la vida de un creyente. Asimismo, Desde los aportes que nos ofrece la tradición de la iglesia en maneras de vivir la oración.
Otros aspectos fueron conocer los tres modos de orar que nos ofrece San Ignacio, para ello, realizamos primero un espacio de oración contemplativa (Frank Jalics): vivir lo importante que es entrar en la oración con los pies desclaso y disponernos a un “encuentro con el amado”, experimentaron hijos/as amados llamados a colaborar y construir su reino en nuestra vida. De vivir el silencio en la oración e integrar el cuerpo en ella, y al caminar de la jornada poder recoger el día, sus regalos y gracias recibidas (por medio de un examen de la oración y examen del día).
A lo largo del encuentro se vivió un ambiente fraterno de reflexión y de compartir inter grupos el caminar que cada uno y la vivencia de su fe y servicio, de recogimiento, de alabanzas y baile como una gran comunidad que se reúne a orar por tantas personas que están el corazón de quienes conforman los grupos de oración.
Para conocer más del camino de cada grupo y sus servicios, hablamos con Pedro Díaz el cual nos comparte su experiencia desde los orígenes siendo un facilitador Marista:
“Uno busca ser un evangelizador. Es decir, ser como el sembrador que tira la semilla para que pronto dé sus frutos. Es por esto que el año 2006, en el Colegio Marista de Los Andes, cuna del Carisma Marista en Chile, creamos el primer grupo de oración. Tiramos la semilla que cayó en tierra fértil, y personas de esa comunidad la hicieron crecer, madurar, y dar frutos que han perdurado hasta el día de hoy. Luego, estos mismos sembradores, evangelizadores andinos, fueron hasta el Colegio Marista de Rancagua, donde se volvió a tirar la semilla, y volvió a dar frutos abundantes. Luego, y en el contexto del centenario del Instituto O’Higgins de Rancagua, el año 2015, se creó el Encuentro Sectorial de grupos Maristas de Oración. Se invitó a todos los Colegios Maristas, e incluso ese año, a parroquias de la diócesis de Rancagua. Así, continuó esparciéndose la semilla de la oración. A mí, solo me resta agradecer al Señor por esta hermosa oportunidad de ser su instrumento evangelizador. Quiero agradecer también a todos quienes me han acompañado en este hermoso proceso. En primer lugar, a Liza, mi esposa; a Marcela, en Los Andes; Carola y luego Sheila en Rancagua; Patricia, en el Instituto Alonso de Ercilla y a cada uno de los educadores y apoderados de Chile que han hecho posible esta obra”.
Valoramos la participación de los grupos de oración en este encuentro y agradecemos al equipo del Ámbito de Vida por su colaboración. Que el Señor y nuestra Buena Madre nos bendigan a todos.