Los Hermanos Maristas son, en la Iglesia, una vocación específica de religiosos que hacen profesión pública de tres votos de religión: los votos de pobreza, castidad y obediencia. Estos votos son una llamada del Espíritu para sus vidas, y también para la Iglesia y el mundo, pero también son un desafío a seguir el estilo propio de vida que vivió Jesús de Nazaret. Además de esta característica, los hermanos viven en comunidad, como una forma concreta de construir fraternidad y de ser signo del Reino que Jesús vino a regalarnos. Otro rasgo que los distingue es que viven para hacer vida la misión que el mismo Espíritu les ha dado: ser el rostro materno y mariano de la Iglesia en medio de la niñez y juventud, especialmente la más necesitada y vulnerable, a través de la educación cristiana, formal e informal.
María es quien ha inspirado su carisma. Ella los ha convocado desde que inspiró al fundador de los maristas, el presbítero Marcelino Champagnat, en la Francia de 1817, y a los primeros hermanos que siguieron este llamado. Ella los acoge y acompaña como madre y, a la vez, les muestra la forma de cómo seguir a su hijo Jesús como discípulos, pues ella fue también discípula. Su presencia sencilla y discreta en el Evangelio es un manantial para alimentar su espiritualidad, su misión entre los más necesitados y su vida comunitaria, para que refleje el don evangélico que el Espíritu quiere encarnar a través de los Hermanos Maristas. Actualmente son alrededor de 2.795 hermanos en el mundo, y están presentes en 84 países.
Para ser hermano, en la actualidad, es necesario ser mayor de edad; experimentarlo, de alguna forma, como una llamada del Señor para la vida; y desearlo ardientemente. Será necesario, también, ponerse en contacto con algún hermano para iniciar concretamente la búsqueda de este camino. Tenemos instalada, en la Provincia, la estructura y las personas para acompañar estas búsquedas y procesos. Existe, también, de manera inicial, la experiencia de ser Hermana Marista de Champagnat. Es un camino que se está iniciando, pues hace muy pocas décadas que nuestras obras son mixtas.