La inauguración del Colegio (30 de agosto) fue un acontecimiento vital. Una muestra íntima y a la vez pública de una nueva Escuela al servicio de la ciudad. Llegó también Septiembre, con sus músicas y alegrías. Y también nuestros niños y educadores vibraron grandemente para rescatar en el colegio lo más puro de Chile. Octubre, para nosotros ha sido el mes de los mártires. Pero sobre todo, el mes de la Fiesta del Colegio. Porque llevamos orgullosamente el nombre de “Colegio Marista Hermano Fernando”. Para los niños, este nombre les llega al corazón. Decir Fernando es decir hermano, decir papá, decir persona buena, decir lo que más sueñan los niños: alegría, respeto, amor, solidaridad, cercanía, escucha, buen profesor y mejor amigo. Cuánta alegría nos da a los Hermanos y el Consejo Directivo el comprobar que nuestros educadores y alumnos conocen ya mucho de Champagnat y del Hermano Fernando.

En medio de nuestras dificultades de inicio, casi todas relacionadas con las situaciones de pobreza y abandono de nuestros destinatarios, hemos recibido un informe de Índice de Vulnerabilidad del Colegio, por parte de la JUNAEB. Resultado: 82.58% de IVE.

Estemos contentos porque la bendición de Dios les llega y llegará a muchas familias por medio de los discípulos de Champagnat.