El Consejo de Vida y Misión es un organismo que colabora con el Delegado de Misión en la animación, gestión y gobierno de las Obras del Sector. Es una instancia intermedia entre los Sectores y el Consejo provincial. Su existencia está basada en los criterios de corresponsabilidad y subsidiariedad. Debe favorecer el discernimiento, establecer criterios, políticas, decidir y apoyar la acción evangelizadora desde la educación en las Obras maristas del propio país.

Lo componen Hermanos y Laicos/as, unos de derecho y otros por designación. El número de miembros puede variar según los Sectores, con un mínimo de siete consejeros y un máximo de diez.

El Consejo de Misión estará conformado, en Chile, de la siguiente manera: Por derecho propio, los Hnos. del Consejo provincial, el Delegado de Vida y Misión, el de Hermanos, el Administrador sectorial, el Secretario ejecutivo de Misión, y por designación, cinco miembros más, de los cuales, al menos, tres deben ser Laicos/as y dos hermanos.

Para determinar los miembros designados se procederá a un sondeo, realizado de la siguiente manera:

• 
  Son electores: Todos los Hermanos que lo deseen y los Laicos y Laicas que forman parte de los Consejos o Equipos directivos y de los Equipos de animación sectorial.
• Son elegibles:
• Todos los Hermanos;
• Los Laicos o Laicas que están en los Consejos o Equipos directivos y en los Equipos de animación sectorial. Puede ser elegido también cualquier otro Laico o Laica que trabaje en nuestras Comunidades educativas.
• Tanto los hermanos como los laicos y laicas proponen a laicos y laicas y a hermanos. El voto es secreto.

Cada Sector tiene su propio sondeo, el cual no es resolutivo, sino que emite una opinión para que el Consejo provincial decida.

Durarán tres años en el cargo, pudiendo ser designados nuevamente. Cada Sector sesionará como mínimo unas tres veces cada semestre.

Funciones clave

1. 
   Asesorar y apoyar al Delegado de Misión, tanto en la reflexión como en la toma de decisiones.
2. Responsabilizarse, en comunión con el Delegado de Misión, de que las Obras estén orientadas en fidelidad a la Iglesia, a la misión institucional y a las Líneas Maestras de acción provincial.
3. Discernir, establecer criterios y políticas, decidir y apoyar la acción evangelizadora desde la educación de las Obras maristas del propio país, coordinando actividades, priorizando la ejecución de las Líneas Maestras de acción provincial.
4. Aprobar y evaluar los proyectos que los distintos Equipos estén animando, al servicio de las Líneas maestras de acción provincial.
5. Todas aquellas funciones concernientes a las del Delegado de Vida y Misión en corresponsabilidad con el Consejo de Vida y Misión.