La Subcomisión Americana de Laicos tuvo su primer
encuentro en la ciudad de Bogotá, Colombia, del 15 al 19 de julio.
Esta Subcomisión ha sido creada por la Conferencia Interamericana de
Provinciales y la conforman dos o tres miembros de cada región: Raúl
Amaya y Patricia Garbarino del Cono Sur; Layza Maria Gomes y Fabiano
Incerti de Brasil; Paty Ríos, Moisés Beltrán, Louise Fortier y H.
Balbino Juárez del Arco Norte.
Compartieron el encuentro los
hermanos Libardo Garzón, provincial de Norandina, y Javier Espinosa,
director del Secretariado de Laicos.
Durante el encuentro la Subcomisión dio sus primeros
pasos profundizando en la nueva relación de hermanos y laicos para
lograr una mayor vitalidad del carisma. Para ello se identificaron
las realidades de cada región, se profundizó sobre el plan del
Secretariado de Laicos y se diseñó un plan de trabajo precisando
algunas acciones y responsabilidades propias para nuestro
continente, definiendo los siguientes objetivos:
Conocer, acompañar y promover procesos de reflexión, estructuras
de animación, experiencias de formación y vivencia marista.
Suscitar y fortalecer la creación y difusión de itinerarios de la
vocación laical marista.
Favorecer la comunicación y relación de la Subcomisión con otras
estructuras de animación (Secretariado de Laicos, la CIAP, otras
Subcomisiones, Comisiones Provinciales
)
Acrecentar la vivencia comunitaria y fraternal entre los miembros
de la Subcomisión.
Se vivieron días de mucha fraternidad con el convencimiento de que
se puede entretejer una nueva experiencia del carisma, y que a
medida que se vaya caminando juntos, surgirán nuevas
formas de relación que exigirán nuevas estructuras que
impulsen la vitalidad y permitan profundizar en este camino de
comunión, con audacia y creatividad.
La certeza de que el futuro marista se construye juntos hermanos y
laicos en comunión se convirtió en un hermoso eco de lo que En torno
a la misma mesa expresa: Juntos podemos pensar cómo queremos que
sea el hogar, amplio y luminoso, del futuro marista (99).
La Casa Provincial de Norandina dispuso todo lo
necesario para que este encuentro se desarrollara en un clima
marista de fraternidad, alegría y oración, haciendo vida el espíritu
de familia, herencia de nuestro fundador.