El Colegio Marista de Las Compañías, Nuestra Señora de Andacollo, conmemoró su 25º aniversario en un acto conmemorativo, del cual participó la comunidad educativa y, a la vez, se recibió la visita de Hermanos Maristas, laicos, rectores de otros colegios de la red, entre otras personas que forman parte importante de la historia colegial.

La ceremonia inició con una oración, en donde se ofreció como ofrenda los años de servicio y de sembrar amor de las personas que componen la institución. Se recordó al Hermano Mariano Varona, uno de los hermanos Maristas fundadores, que en el año 1998, junto al Hermano Fernando Pino y al Hermano Luis Sanz, dieron la bienvenida a los primeros niños, niñas y adolescentes que aprendieron en las aulas del colegio.

Ernesto Reyes, Delegado de Vida y Misión Marista, entregó un emotivo mensaje que puso en valor la labor de todas las personas que han hecho posible la misión Marista en el sector de Las Compañías. Del mismo modo, el rector Nelson Jofré Sasso, hizo una invitación a los asistentes a recordar cómo fue su llegada y cómo ha sido su paso por el colegio, invitando a agradecer, a conectar con uno mismo, con el otro y con el entorno. El rector también reconoció los logros obtenidos por los estudiantes de las generaciones que han egresado y cómo han ido evolucionando en aspectos como el ingreso a la educación superior y al mundo laboral.

Luego, el coro de apoderados interpretó dos canciones para la audiencia, quienes dieron paso a la ceremonia de reconocimiento de las personas que cumplieron años de servicio.

El grupo de gimnasia rítmica y el taller de danza colegial realizaron una serie de muestras artísticas de música popular y folklórica. Posteriormente, el hermano Fernando Pino recordó sus inicios en el sector, cómo desde 1997 recorrieron las poblaciones cercanas junto a los hermanos fundadores, para dar a conocer su carisma, vocación, cercanía, fraternidad, lo que sería el colegio y cuál era su misión.

La ceremonia finalizó con un momento de celebración y camaradería. Agradecemos a la comunidad de Las Compañías por seguir confiando la educación de sus hijos a la Congregación y a todos quienes han aportado con su grano de arena para seguir haciendo vivo el sueño del padre Champagnat en esta obra por tantos años.